lunes, 19 de enero de 2009

Consejos para una vida cotidiana

-Tómese más tiempo para hacer las cosas. La presión que supone el apresurarse empeora los síntomas.
-Cambie el momento del día en que realiza las actividades a fin de aprovechar los mejores momentos (estado en on) y programe las tareas diarias, reduciéndolas en los momentos off.
-Cambie alguna de las antiguas maneras de hacer las cosas por otras que resulten más sencillas (ducharse en vez de bañarse, usar velcros en vez de cremalleras , etc.)
-Simplifique las acciones (repasar mentalmente los movimientos antes de hacerlos) y trate de no hacer dos cosas al mismo tiempo.
-Es aconsejable tumbarse boca a bajo para corregir las consecuencias de las malas posturas adoptadas durante el día. De esta manera tan sencilla hará un estiramiento pasivo de toda la musculatura anterior. Debe mantener esta posición aproximadamente durante media hora al día.
-Siéntese en la mesa bien apoyado contra el respaldo de la silla o sillón. De esta forma el tronco se mantiene derecho. También es recomendable estar bien arrimado a la mesa y a poyar los codos.
-Evite realizar gestos y actividades con el tronco flexionado y la cabeza hacia delante.
-Conserve el hábito de no recibir ayuda para vestirse, lavarse… porque implica movilidad y flexibilidad de los hombros, brazos, piernas, etc.

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